Queridas familias migrantes:

La decisión de migrar conlleva una serie de desafíos emocionales y psicológicos, tanto para los adultos como para los hijos. Como profesional, pero también como mamá migrante, sé que esta transición puede generar sentimientos de culpa, incertidumbre y estrés. Especialmente si tenemos en cuenta que la decisión de migrar es tomada por los adultos, pero afecta la vida y el bienestar de toda la familia.

Es natural que sientan culpa por las dificultades y los cambios que enfrentarán sus hij@s como resultado de la migración. Sobre todo si se trata de niñ@s mayores o adolescentes que pueden sentirse desarraigad@s de su entorno familiar y social. La adaptación a un nuevo país, idioma y cultura puede ser abrumadora, especialmente para aquellos adolescentes que están construyendo su identidad y buscando pertenencia.

Por eso, te ofrezco un espacio de acompañamiento durante este proceso de adaptación. Mi objetivo es que este sea un espacio seguro para tu familia, donde puedan expresar sus preocupaciones, miedos y emociones. Trabajando juntos para encontrar la mejor manera de enfrentar los desafíos de esta nueva etapa. No están sol@s en este viaje.